¡Acabas de tener un encuentro con el Señor! La semilla del Evangelio ha sido sembrada en tu corazón (cf. Mt 13,3-23) y has experimentado las delicias del camino espiritual. El Señor se derramó en gracias abundantes... ¡Y todavía no terminas de enterarte de las bendiciones que recibirá tu familia! <Por tanto, el que está en Cristo, es una nueva creación; pasó lo viejo, todo es nuevo> (2 Cor 5,17).
El libro supone un kerigma previo, es decir, haber tenido un encuentro con el Señor a través de un anuncio del Evangelio, aunque en su acción libérrima Dios pueda usar estas humildes líneas como introducción a este.