Cristología. Tomo 1

Es una síntesis de la cristología que el magisterio de la iglesia, fiel al depósito de la fe revelada, celebrada, horada y practicadas, ha ido explícita ando a lo largo de la historia.

La cristología ha tenido varias posturas hostiles que le han atacado y tal vez llegó a ser negada casi en su totalidad, considerando la un riesgo para no ser fieles a toda la verdad, transformando así al concilio de calcedonia en el gran perseguido. El magisterio eclesiástico siempre se preocupó por defender y enseñar la doctrina verdadera sobre la verdad sobre Cristo Jesús como lo hizo por ejemplo Juan Pablo II.

Las primeras páginas de este trabajo presentan las principales enseñanzas dogmáticas basadas en la sagrada escritura, en la tradición, en el magisterio de la iglesia. Luego realizamos una visión panorámica de Jesús encarnado. Presentamos las reflexiones de uno de los especialistas en cristología católica como es I. Galot. A continuación realizamos un esbozo de los pensamientos sobre la teología contemporánea añadiendo algunas urgencias. También nos adentramos en los grandes peligros que pueden ofrecer la reflexión teológica desvinculada de las fuentes de la Revelación por esto hemos elaborado alguna crítica de cada una de aquellas posturas.

Cómo capítulo especial ofrecemos a lector algunos contenidos de la cristología católica contemporánea. A continuación reflexionamos críticamente sobre la teología de la liberación. Meditamos sobre los últimos estadios de la glorificación de Cristo no hemos olvidado describir los principios teológicos sobre los novísimos. Analizamos también el concepto cristiano sobre Dios que nuestro buen padre. Presentamos algunas reflexiones sobre las siete palabras de nuestro salvador en el Calvario, el significado cristiano del de sentimiento. Realizamos una síntesis de los contenidos fisiológicos del catecismo de la Iglesia Católica.

Ofrecemos algunas oraciones que nuestro pueblo cristiano acostumbra recitarlas. Como símbolo solidario con las diversas etnias de nuestro planeta, transcribimos las estaciones en lengua quechua. Finalmente transcribimos el rito de lo mejor que nos dejó el divino Salvador: la santa Misa.