Los Siete Dolores de la Santísima Virgen
Este libro, de tremendo alcance espiritual, es un mensaje de fe y esperanza para todos cuantos vivimos en este mundo desquiciado.
La Madre de Dios le dijo en una ocasión a Santa Brígida: "No importa que tan numerosos sean los pecados de una persona. Si se vuelve a mi con un sincero propósito de enmienda, Estoy preparada para recibirle con mis gracias, porque Yo no tomo en cuenta el numero de pecados que ha cometido, sino que me fijo únicamente en la disposición con que viene a mi; Yo ya no siento aversión en curar sus heridas, porque Yo soy llamada y soy en realidad la Madre de la Misericordia". En recompensa a su fidelidad en permanecer cerca de Jesús cuando murió en la Cruz, Nuestra Señora de los Dolores ha recibido de Él un poder especial para asistir a las almas en su última agonía y sin duda ella ejercitará este poder especialmente por aquellos que han llorado con ella y que le han tenido compasión. La Iglesia honra con dos fiestas los Siete Dolores de María; una de ellas es el Viernes anterior al Viernes Santo, y la otra es el 15 de Septiembre. La Santísima Virgen concede siete gracias a las almas que la honren diariamente rezando siete Aves Marías y que mediten en sus lágrimas y dolores. Esta devoción fue dictada a Santa Brígida por Nuestra Señora.